Comunicado de CSU-Extremadura
La pasada semana el alcalde del ayuntamiento de Berlanga decidió el despido de dos trabajadores fijos de ese ayuntamiento, el encargado de la radio local y el jefe de obras, uno de ellos afiliado a nuestro sindicato.
El despido se basa en una supuesta situación de déficit de las finanzas municipales y se apoya en un Plan Económico Financiero lleno de inexactitudes pero en el que se ve obligado a reconocer que el nivel de endeudamiento del Ayuntamiento de Berlanga está muy por debajo del límite impuesto legalmente y que incluso existe un remanente líquido de tesorería, es decir un superávit, de 347.642,22 euros.
Por lo tanto, la premisa que se utiliza para justificar los despidos resulta ser falsa.
Pero es que además, con pocos meses de diferencia, se incrementa el complemento específico de la Secretaría-intervención en un 171% y se crean dos puestos políticos remunerados: el de concejalía de cultura y festejos y el de vigilante capataz, con atribuciones sospechosamente similares a las de los trabajadores despedidos. Es decir, el ayuntamiento de Berlanga tendría que aportar una mayor cantidad para pagar estas retribuciones políticas que lo que se ahorraría con los despidos de los dos trabajadores.
Todo demuestra la falsedad del pretexto de la situación financiera del ayuntamiento de Berlanga para justificar los despidos. Pero incluso aunque esa situación pudiera producirse a causa de una mala gestión de los responsables políticos que correspondan, en ningún caso tendrían responsabilidad alguna de esto los trabajadores, ni deberían pagar la incompetencia, negligencia o mala praxis de los gestores políticos.
CSU-Extremadura considera arbitrarios, ilegales y de motivación política estos despidos.
Consideramos, asimismo, un gravísimo precedente que se pretenda despedir a dos trabajadores públicos que consiguieron sus puestos mediante oposiciones limpias. Si este acto se perpetra, cualquier trabajador público estaría expuesto a las arbitrariedades o represalias de uno u otro grupo político, en función de los caprichos y preferencias de sus representantes o de la filiación o simpatías políticas de los trabajadores.
Responsabilizamos de esta arbitrariedad y de sentar este precedente, no solo a su ejecutor directo, el alcalde del ayuntamiento de Berlanga, si no también a los concejales que actúen como cómplices y por extensión a la dirección del PSOE de Extremadura si no impide esta intolerable agresión contra los trabajadores.
CSU-Extremadura tomará todas las medidas legales necesarias para impedir este atropello hacia los trabajadores, así como contra los responsables, por si fueran susceptibles de imputación por infracción de algún precepto del código penal, dada la, para nosotros, evidente ilegalidad del acto y además denunciará este hecho, dándole toda la publicidad que esté en sus manos, a todos los niveles.
A 25 de Enero de 2012.
Comisión Ejecutiva de CSU-Extremadura
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