El hecho de que las fotos de la agencia de noticias rusa, Itar-Tass hubiesen estado en posesión de Estados Unidos y el Reino Unido durante meses, sin que estos dos países dijeran algo al respecto al resto de la comunidad internacional, demuestra que la junta de Kiev es responsable de derribar el avión y matar a 298 pasajeros y miembros de la tripulación, 196 de ellos procedentes de los Países Bajos.
De hecho, desde hace meses, las pruebas han venido demostrando que el derribo del MH17 por Kiev es una de las muchas operaciones de bandera falsa organizadas durante el conflicto de Ucrania.
Sin embargo, cuando las acusaciones contra Kiev ganaron fuerza, el Gobierno holandés intervino para encargarse de la investigación de este caso, quedo claro entonces que esto puede durar un año sin ninguna promesa de una conclusión definitiva y clara.
Durante todo este tiempo EE.UU. ha aprovechado maliciosamente para acusar a Rusia de este ataque que ha dejado tantas víctimas mortales, a pesar que estas fotos estaban en las manos de los líderes de la OTAN