Hoy encontramos en el diario El País una noticia de un
encuentro en un hotel de la periferia de Madrid entre distintos grupos
“rebeldes” sirios. Casualmente, viene acompañada por la verdadera cara de estos
grupos opositores al gobierno legítimo de Bashar al-Assad. Y es que,
encabezando la página, hay una foto de otra noticia que muestra a dos mujeres a
las que sólo se les puede ver los ojos.
Éste es el ejemplo de democracia que, según el mismo medio,
más de 100 países-entre los que se encuentran los 27 de la Unión Europea y
EEUU- apoyan.
Surgen muchas preguntas. ¿Quién da acceso a España a estos
terroristas? Y si decimos terroristas es porque es lo que son estos grupos.
Grupos apoyados y armados por los países occidentales que llevan a sus espaldas
millares de muertes en atentados a civiles sirios. Hay vídeos, incluso, donde un comandante
del ejército rebelde se come el corazón de una persona afín al gobierno sirio,
amenazando que eso es lo que le pasará a toda persona que siga apoyando a
al-Assad.
¿Por qué España- tal y como recoge la misma noticia- lleva
gastados en financiación a estos terroristas más de 4,7 millones de
Euros desde el 2011 cuando, bajo la excusa de una crisis económica,
vemos recortados nuestros derechos?
¿Por qué Margallo sigue liderando el programa MASAR, para
dirigir las “transiciones” de los pueblos árabes, pero que en realidad tiene
detrás intereses económicos y explotación de recursos naturales como petroleras
y gasoductos a costa de vidas humanas?
Seguimos pues, en España, apoyando una vez más las masacres
hacia pueblos inocentes, involucrándonos en sus políticas a base de
destrucción, bajo la venta de armas, financiando a rebeldes sumisos a los
países occidentales y al imperio americano e incluso con nuestros ejércitos que
forman parte de la OTAN.