11/4/15

Los viejos héroes de la nueva Ucrania

“Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa.” 

 
      Karl Marx, El dieciocho brumario de Napoleón Bonaparte

La lucha contra toda herencia de la época soviética ha sido uno de los signos de identidad de la nueva Ucrania nacida en febrero de 2014 en Maidan. Al margen de la opinión de los ciudadanos, muchos de los cuales han dejado claro a lo largo de este año su rechazo a un nacionalismo ucraniano que el nuevo Gobierno ha querido idolatrar, la Verkhovna Rada ha buscado desde el principio otorgar un reconocimiento a los nacionalistas ucranianos que lucharon contra el Ejército Rojo en la Segunda Guerra Mundial.

Ante una Rada que se resistió a aceptar la demanda, la nueva ola del nacionalismo ucraniano más radical exigió el pasado 14 de octubre de 2014 la declaración de héroes de la Guerra Patriótica ucraniana a favor de los miembros de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) y de su rama militar, la UPA. La máxima expresión política del nacionalismo ucraniano que se articula bajo estas siglas, hoy reivindicadas por los revolucionarios de la extrema derecha ucraniana, es la proclamación el 30 de junio de 1941 de la restauración del Estado ucraniano. En un dantesco proceso de votación, la moción quedaba denegada.

Tras meses de retórica nacionalista y de denuncias de una agresión rusa que la OSCE no ha visto y que el Gobierno ucraniano no ha sentido la necesidad de probar, la Verkhovna Rada ha aprobado hoy declarar luchadores por la libertad a todo el que luchara por la independencia del país entre noviembre de 1917 y el 24 de agosto de 1991 como parte de grupos formales, informales, clandestinos, militares, de guerrilla o de forma individual. Como es obvio, esto incluye a los grupos nacionalistas cuyos crímenes sigue denunciando parte de la población ucraniana que no reniega de la herencia soviética. Esta ley implica que estos luchadores por la libertad de Ucrania tendrán derecho a pensiones y beneficios sociales, algo que, curiosamente, el Gobierno sigue negando a los pensionistas residentes en las zonas fuera del control del Gobierno en Donbass.

Se convierten así en luchadores por la libertad también aquellos que participaron en asesinatos de polacos y judíos en el oeste de Ucrania o que formaron parte de la división Galicia en la lucha contra el Ejército Rojo junto a las SS alemanas por un Estado ucraniano que declaró su independencia en junio de 1941.

 

La proclamación de la restauración del Estado ucraniano


Aunque se encontraría rápidamente con la oposición de Hitler a su proyecto, la proclamación de la restauración del Estado ucraniano en 1941 es fruto de la colaboración de la OUN con la Alemania nazi.

Aprovechando el avance nazi y la retirada del ejército soviético, en junio de 1941, la OUN de Bandera asigna en la Cracovia ocupada una tarea a la fuerza ejecutiva especial liderada por Yaroslav Stetsko, vicepresidente de la  organización. El objetivo es, siguiendo los avances de la Wehrmacht, llegar a Lviv y restaurar el Estado ucraniano. El 30 de junio de 1941 el Ejército Rojo rinde la ciudad a los nazis, una circunstancia que aprovechan los nacionalistas ucranianos que se extienden por la región de Lviv junto al ejército alemán.

En la noche de ese 30 de junio, Stetsko proclama en la sede de la Sociedad Prosvita de Lviv la restauración del Estado ucraniano. Aunque su presencia no implica un asentimiento directo, acompañan a Stestsko en el acto de proclamación dos oficiales de la Abwehr, la inteligencia alemana, entre ellos Hans Koch. Según algunas fuentes, habrían leído un saludo del ejército alemán dirigido a los ucranianos.
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Acta de proclamación del Estado independiente ucraniano, Lviv, 30 de junio de 1941

Gobierno Ucraniano, 1/41

Asamblea Nacional de los Ucranianos

Yaroslav Stetsko, Vice líder de la OUN, proclama después de 23 años de cautiverio el acta del Estado ucraniano

Por voluntad del pueblo de Ucrania, la Organización de Nacionalistas Ucranianos, liderada por Stepan Bandera, proclama la restauración del Estado ucraniano por el que se han sacrificado generaciones enteras de los mejores hijos de Ucrania.

La Organización de Nacionalistas Ucranianos, que bajo el liderazgo de su fundador y líder Yevhen Konovalets ha emprendido en las últimas décadas de esclavitud Moscovita-bolchevique una persistente batalla por la libertad nacional revolucionaria ucraniana, llama a todo el pueblo de Ucrania a no deponer las armas hasta que todas las tierras de Ucrania estén unida bajo un Gobierno Soberano de Ucrania.

Las autoridades soberanas de Ucrania garantizarán al pueblo de Ucrania orden y prosperidad, el pleno desarrollo de todas sus fuerzas y la satisfacción de todas sus necesidades.

En las tierras occidentales de Ucrania se establece un Gobierno ucraniano que queda subordinado al Gobierno Nacional de Ucrania que se establecerá en la capital de Ucrania – Kiev de conformidad con la voluntad del pueblo ucraniano.

El Estado ucraniano trabajará en estrecha colaboración con la Gran Alemania Nacional-Socialista que, bajo el liderazgo de su líder Adolf Hitler, está estableciendo un nuevo orden en Europa y el mundo y está ayudando al pueblo de Ucrania a liberarse de la ocupación Moscovita.

El Ejército Revolucionario Nacional Ucraniano, que se formará en las tierras de Ucrania, seguirá luchando con el Ejército Alemán contra la ocupación de Moscú, por un Estado soberano y unido y un nuevo orden en el mundo entero.

¡Viva el Estado Soberano de Ucrania! ¡Viva la Organización de Nacionalistas Ucranianos! ¡Viva el líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, Stepan Bandera!
¡GLORIA A UCRANIA! ¡GLORIA A LOS HÉROES!

Yaroslav Stetsko
Presidente de la Asamblea Nacional

El pogromo del 1 de julio de 1941 en Lviv, los asesinatos posteriores y el arresto de Stetsko y Bandera


Las autoridades alemanas demandan pronto a la OUN que retire la declaración de restauración del Estado ucraniano, petición a la que se niega Stetsko. Éste acepta sin embargo la detención honorable que le ofrecen los nazis. El día 9 de julio de 1941 Stetsko es arrestado y trasladado a Berlín. Es liberado el día 12 aunque con la orden de no abandonar la ciudad. En las semanas posteriores redacta las llamadas zhyttiepys, un documento de seis páginas que resume su biografía y sus ideas políticas.

El 12 de septiembre de 1941, en una reunión con Hans Koch, Bandera, Stetsko y Stakhiv vuelven a rechazar la retirada de la proclamación. Esta negativa da lugar a una ola de detenciones contra miembros de la OUN-B en Ucrania y Alemania. Stetsko acaba entre enero de 1942 y septiembre de 1944 en el campo de Sachsenhausen. Liberado en 1944, en un momento en el que la Alemania nazi necesita recuperar el apoyo de todos sus aliados potenciales, queda libre bajo supervisión policial en Alemania. Tras la guerra se afincará en Múnich, en la Baviera que Franz Josef Strauss acabaría controlando durante décadas.
guetoAntes del traslado de Stetsko a Berlín, se desata en Lviv una serie de actuaciones contra su población judía. En una nota que acompaña a una carta a Stepan Bandera, a finales de junio de 1941, Stetsko ya hacía referencia a la milicia que la OUN pretende organizar. Su tarea se centrará en eliminar a los judíos que representan un riesgo para la población local. Señalando que se sienten condenados ante el avance alemán, Stetsko acusa a los judíos de buscar venganza contra una población ucraniana abierta a ayudar a los alemanes. Unos días antes de la proclamación de su Estado, Stetsko ya adelanta que la nueva milicia ayudará al Alto Mando de la Wehrmacht, liquidando a los judíos que alteran el orden..

Espoleado por el asesinato en masa de cientos de prisioneros nacionalistas por el NKVD, antes del abandono de Lviv por el ejército soviético, el movimiento antijudío se desata en Lviv en los días siguientes a la llegada de la Wehrmacht y de la OUN. La población judía, percibida por la OUN como un apoyo al régimen Moscovita-Bolchevique, es objeto de represalias.

Entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1941, miles, o al menos centenares, de judíos mueren a manos del nuevo poder en Lviv. En su obra, The Lviv Pogrom of 1941: The Germans, Ukrainian Nationalists, and the Carnival Crowd, John-Paul Himka sostiene que los alemanes crearon las condiciones para el estallido del pogromo, animando a la población y  disparando en masa a la población judía, tanto durante como después del pogromo del 1 de julio.

La OUN, vinculada al gobierno de un Stetsko al que Himka define como vehemente antisemita, se encarga por su parte de difundir por Lviv pasquines que animan a la limpieza étnica. Uno de ellos proclama: “¡Pueblo! ¡Sabed! ¡Moscú, Polonia, los Húngaros, los Judíos son vuestros enemigos! ¡Destruidlos!”.

La milicia nacionalista asume el liderazgo en el pogromo, encargándose de arrestar a los judíos. También está presente en su ejecución. Los días posteriores al pogromo del 1 de julio, la milicia del gobierno de Stestsko sigue colaborando estrechamente con el Einsatzgruppe C para la detención de judíos de cara a su ejecución. En su diario, el soldado alemán Felix Landau señala, en una nota escrita el 3 de julio, su participación en la ejecución de 500 hombres indefensos.

Según Himka, el antisemitismo de la OUN facilitó la participación en la violencia anti-judía pero considera que no fue un factor independiente en la decisión de llevar a cabo el pogromo. Según su tesis, la OUN cooperó en estas acciones antijudías para ganarse el favor de los alemanes, con la esperanza de reconocimiento de un Estado ucraniano.

Himka señala también a la multitud urbana de Lviv, compuesta por polacos y ucranianos, como participantes directos en las acciones antijudías. Esta población aprovechó la situación política en una secuencia de acciones desinhibidas de robo, asalto sexual, palizas y asesinatos.

Como señala en sus Zhyttiepys, en ese trágico periodo de la historia de Lviv, Stetsko trató de mantener la colaboración más cercana posible con las autoridades militares alemanas, asistiéndolas en todos los aspectos relativos a la organización de la vida cotidiana en Lviv y su área. Su responsable de Seguridad en el gobierno restaurado de Ucrania era Mykola Lebed.

Las relaciones germano-ucranianas: Polonia


Documentos desclasificados por la CIA muestran el papel real desempeñado por el filo-nazismo ucraniano en Polonia. Uno de esos documentos describe la situación existente en un periodo que sigue en apenas algunos meses al momento en el que Yaroslav Stetsko avanzó hacia Lviv, junto a sus compañeros de viaje hitlerianos, para intentar restablecer el estado ucraniano. Titulado POLAND UNDER NAZI RULE, escrito el13 de noviembre de 1941 por T. H. CHYLINSKI, Vice Consul de EEUU en Polonia, fue desclasificado por la CIA en el contexto del Nazi War Crimes Disclosure Act.

El apartado del documento relativo a las relaciones Germano-Ucranianas en Polonia revela con claridad el papel colaboracionista y la función represiva de los ucranianos aliados de los nazis en Polonia. Esta actitud les ganó un estatus privilegiado en aquel país, similar al de los alemanes. El texto, que habla también de los motivos de la oposición alemana al proyecto de Stetsko de nuevo Estado ucraniano, dice lo siguiente en sus páginas 25 y 26:

El elemento ucraniano en Polonia constituye una clase privilegiada en igualdad de condiciones con el Volksdeutsch [la población local de etnia alemana, Ed]. Tienen permitido poseer radios y pueden obtener alimentos en las tiendas alemanas con cartas [de alimentación, Ed] idénticas a las de los ciudadanos del Reich y de los Volksdeutsch! Están empleados en oficinas alemanas en Cracovia, Varsovia y en los distritos provinciales.

Un gran número de ellos tienen en fideicomiso [Treuhanders en alemán] establecimientos industriales y comerciales confiscados a los judíos. La prensa ucraniana en Polonia expresa bien alto sus alabanzas hacia Hitler y los Nazis. A los ucranianos se les permite mantener sus propias sociedades y organizaciones en el Gobierno General [de Polonia, Ed]. En Varsovia, su número está aumentando rápidamente. Se ha informado de que un gran número de ellos han sido colocados en la fuerza de policía polaca, en los ferrocarriles y en la red de trolebuses. Es bien sabido que la mayoría de las cárceles en la parte sur del Gobierno General están atendidas por ucranianos. Tratan a los polacos aún más severamente que los alemanes. Se les instruye en escuelas especiales de policía, abiertas por los alemanes en varias partes del país.

Según información recibida en Varsovia, destacamentos ucranianos están siendo formados y armados por las autoridades militares alemanas y es probable que estén siendo ahora utilizados en la campaña contra la Rusia soviética.

Sus esperanzas en una Ucrania independiente sufrieron un revés cuando los alemanes incorporaron Lemberg y otros territorios supuestamente ucranianos al Gobierno General. Se afirma que las autoridades militares alemanas encontraron que mucha de la información suministrada por el servicio de inteligencia ucraniano en Rusia era inexacta, en particular con respecto a la fuerza, la moral y la ubicación de las tropas soviéticas en la frontera. Los ucranianos se precipitaron por su ansiedad en adelantar las hostilidades. Aparte de esto, el nuevo estado requeriría el establecimiento de una nueva administración similar a la del Gobierno General, lo que no era conveniente a la vista de la escasez de funcionarios y personal capacitado.

En la página 30 del documento el Vice-Consul habla de las dificultades que sufre la población polaca para hacerse con alimentos y del bloqueo que sufre por parte de los alemanes. Señala que cuando este bloqueo se refuerza, “viene normalmente acompañado de la prohibición de que los polacos utilicen los ferrocarriles. Los Volkdeutsch, los ucranianos y, por supuesto, los alemanes están exentos de esta prohibición”.

Respecto al papel de los ucranianos en las estructuras nazis del Gobierno General de Polonia, se señala en la página 45:
“Las oficinas administrativas centrales y de distrito están atendidas por alemanes pero rusos y ucranianos están empleados en muchas de las posiciones menos importantes. Los polacos sólo pueden ser empleados en instituciones autónomas tales como en la gestión de los Ayuntamientos, las empresas municipales o los servicios públicos. Hasta hace poco los polacos no eran admitidos en las oficinas administrativas alemanas y tenían la obligación de tramitar sus casos por escrito. Recientemente esto ha cambiado y los polacos son recibidos con frecuencia por funcionarios alemanes en materias de importancia. Alemanes, rusos y ucranianos, por supuesto, siempre tienen preferencia y no necesitan estar en las colas de espera”.

En la página 47 se señala la presencia ucraniana en la fuerza de policía polaca:

“Es de conocimiento general que la fuerza coopera estrechamente con la Gestapo. Se presume que muchos de los oficiales son hombres de la Gestapo que se hacen pasar por oficiales polacos; también hay muchos ucranianos que han sido recientemente asignados a la fuerza. En su conjunto, la policía polaca tiene muy mala reputación”.

En la página 55 se señala que: “Los quioscos de prensa tienen una línea completa de revistas y periódicos alemanes, así como prensa rusa y ucraniana, además en ocasiones periódicos italianos y franceses de París”.

Es preciso no generalizar y recordar que muchos ucranianos, igual que los ciudadanos de otras zonas ocupadas por la Alemania Nazi, se enfrentaron desde el principio al nazismo, algunos de los cuales murieron en Auschwitz. Pero también hay que recordar el papel real de la extrema derecha ucraniana que colaboró con Hitler en el pasado.

Stetsko y el entonces vicepresidente Bush en 1983

El compromiso nazi/fascista de Stetsko


Nacido en 1912, en 1933 Yaroslav Stetsko ya había alcanzado un papel esencial en la definición de la línea ideológica de la OUN. Stetsko sostenía por entonces que la esperada revolución ucraniana constituiría la etapa final de la revolución mundial que se había iniciado con la victoria del Fascismo italiano y del Nacional-Socialismo alemán. El nacionalismo ucraniano culminaría el camino emprendido en Italia y Alemania, provocando la caída de Rusia, un acontecimiento llamado a abrir un nuevo capítulo en la historia de Europa oriental.

En la visión política de Stetsko, en una línea muy similar al discurso falangista en España, la apuesta por la organización nazi-fascista del Estado se contraponía al modelo de la democracia liberal, un sistema que consideraba controlado por la masonería y el judaísmo. En un borrador de artículo escrito a finales de los años 30, el líder ucraniano presentaba la democracia como una corrupción de la moral, un engaño y un sistema desmoralizador y a sus gobiernos sometidos a la burguesía financiera, la masonería y a una camarilla de criminales internacionales liderados por judíos. En sus zhyttiepys muestra su oposición no sólo al marxismo, un producto de la mente judía, sino también a la democracia, defendiendo un sistema autoritario de partido único en Ucrania.

El compromiso de Stetsko con el proyecto nazi-fascista se mantuvo después del conflicto posterior a la declaración de restauración del Estado ucraniano. Tras su arresto en Berlín, Stetsko todavía siguió insistiendo al gobierno alemán en la necesidad de cooperar con el nacionalismo ucraniano. En este sentido, en sus zhyttiepys asegura que la Ucrania soberana seguiría aportando apoyo militar y económico a Alemania, considerando al mismo tiempo que la reconstrucción de una Ucrania soberana y unida sólo será posible con la victoria de Alemania.

Es significativo que Stetsko presente, en este contexto, al futuro ejército nacional ucraniano como el frente que defenderá la seguridad de Alemania contra la invasión de Moscú. Consolidada por esta vía la seguridad de su frontera oriental, Alemania podrá entonces ocuparse en imponer el orden a los pueblos que, a diferencia de Ucrania, se muestran hostiles al Estado alemán.

A partir de mediados de los años 40, la simpatía por el modelo nazi-fascista se hace realidad en España, abriéndose un periodo de colaboración de la OUN, y de otras ramas de la extrema derecha ucraniana, con las instituciones del Estado franquista en España. Stetsko llega incluso a hacerse con el control de las emisiones de Radio Nacional dirigidas a Ucrania. Con anterioridad, durante su periodo en Génova, en torno a 1939, Stetsko también colabora con las autoridades fascistas italianas.

El antisemitismo teórico y práctico de Stetsko


Como señalan algunos autores, la ruptura de la OUN, tras el asesinato en mayo de 1938 de Yevhen Konovalets, favorece la profundización en el discurso antijudío de origen nazi y en la posterior radicalización de los motivos antijudíos en el movimiento nacionalista ucraniano. La OUN de Bandera asumiría con claridad esta nueva línea.

Stetsko participa desde muy pronto en esta corriente de antisemitismo. Como editor a finales de los años 30 del periódico de la OUN Na sluzhbi natsiyi (Al servicio de la nación), Stetsko publica en ese periodo diversos artículos con alta carga antisemita. En mayo de 1939, usando el seudónimo de Zynovy Karbovych, publica ‘Nosotros y los judíos’. En ese texto presenta a los judíos como nómadas y parásitos, una nación de “estafadores, materialistas y egoístas”, carente de heroísmo y de cualquier idea que podría merecer el sacrificio. Puesto que sólo encuentran interés en el beneficio personal y placer en la satisfacción de los instintos más bajos, no puede esperarse de ello sino la corrupción de la cultura heroica de las naciones guerreras. Según Stetsko, los ucranianos fueron los primeros en Europa en comprender el trabajo corruptor de los judíos. Habiendo sabido apartarse de ellos desde hacía siglos, los ucranianos habían conseguido retener la pureza de su espiritualidad y de su cultura.

Aunque en sus zhyttiepys Stetsko presenta a Moscú como el enemigo principal y decisivo, menciona también  el papel hostil y perjudicial de los judíos que colaboran con Moscú para esclavizar a Ucrania. Apoya, por ello, la destrucción de los judíos y la conveniencia de importar los métodos alemanes de exterminio, oponiéndose a alternativas orientadas a la asimilación.

Un estado libre de judíos y de otras minorías era, en todo caso, un importante objetivo para la OUN.

Postguerra, revisionismo y el odio al Moscovita


El revisionismo histórico sostiene que los nacionalistas ucranianos, incluidos los de la OUN, no constituían un grupo con voluntad de eliminación de las minorías y que sólo reforzaron sus lazos con la Alemania nazi al no contar con el apoyo que habían requerido previamente a Inglaterra y Estados Unidos. Como señalan sus actuales defensores, se habrían levantado en armas para defender la libertad de Ucrania tanto frente a la URSS como frente a la Alemania nazi.

Lo cierto, sin embargo, es que hasta que la OUN no percibió como inevitable la caída de Hitler, este grupo participó tanto de la ideología nazi-fascista como de sus métodos. Su final oposición al nazismo no se asociaba a tanto a se opusieran al orden impulsado por los nazis sino porque ese orden no apostara de forma decidida por la Ucrania independiente que deseaban. Por esa razón, la oposición a la Alemania nazi sólo empezó a materializarse, en los pronunciamientos políticos de la OUN, cuando ésta empezó a aparecer como perdedora.

Los cambios en la ideología OUN se relacionan de hecho con el progresivo proceso de adaptación al cambio en la dirección de la guerra y a la evidencia de la posición pro-polaca y pro-judía de los países aliados de Occidente. En 1943, en su Tercera Gran Asamblea Extraordinaria, la OUN proclama su oposición tanto al nazismo como al Bolchevismo, silencia su retórica antijudía y llama a una alianza de naciones cautivas contra el imperialismo alemán y soviético, recogiendo en paralelo una serie de principios socialdemócratas. En este periodo se inician, en paralelo, las actuaciones para encubrir los crímenes cometidos durante la ocupación alemana, acusando de ellos a polacos y alemanes.

En su proceso de adaptación a la nueva realidad dominada por Estados Unidos y el Reino Unido, la OUN revisó la presentación formal de su ideología, centrada ante todo en la consolidación de una Ucrania libre y unida, soberana en su propia tierra. Pero esto no impidió su colaboración y apoyo, principalmente a iniciativa de Stetsko, a los regímenes de derecha más dictatoriales y autoritarios, desde el Paraguay de Stroessner al corrupto Vietnam del Sur, pasando por la España de Franco. La idea nacional orgánica de una Ucrania cristiana con su anhelo por la libertad, la verdad y la justicia empalmaba claramente con la línea oficial del régimen franquista.

El compromiso de Stetsko con las distintas formulaciones autoritarias o dictatoriales de raíz anticomunista se consolidaría con su liderazgo en el Bloque Antibolchevique de Naciones (ABN) y en sus relaciones con las distintas organizaciones internacionales orientadas a coordinar el movimiento anticomunista, en particular la APACL asiática y la WACL. En su radical oposición a la URSS, Stetsko llegaría a apoyar cualquier tipo de Estado y organización anticomunista.

Tampoco cambió la actitud hacia las minorías opuestas al proyecto de la nueva Ucrania. Lo que se había iniciado con la estrategia de liquidación de judíos, polacos y otras minorías acabaría sin embargo por concentrarse en los llamados Moscovitas. Se trata de un término que, al mismo tiempo que permite reconciliarse con la población de origen ruso que se mantiene leal a la Ucrania banderista, centra las iras en la parte de esa población que se considera portadora de los objetivos del imperialismo ruso.

Nota: El contenido de los zhyttiepys de Stetsko pueden consultarse en diversos idiomas, en particular en inglés, en la obra de Karel C. Berkhoff y Marco Carynnyk, The Organization of Ukrainian Nationalists and Its Attitude toward Germans and Jews: Iaroslav Stetskos  1941 Zhyttiepys Harvard Ukrainian Studies; Dec 1999; 23, 3/4; Research Library